Profesor Ayudante de Historia del Arte en el Departamento de Historia del Arte de la Facultad de Geografía e Historia de la UNED, formando parte actualmente del equipo docente de las asignaturas Últimas tendencias del arte, Los discursos del arte contemporáneo y Técnicas y medios artísticos. Entre 1998 y 2011 ha sido Profesor Asociado de Historia del Arte en la Sección Departamental de Historia del Arte de la Facultad de Bellas Artes de la UCM, donde ha impartido las asignaturas Teoría e Historia del Arte II (Moderno y Contemporáneo), Clasicismo en el arte y Arte en el fin de siglo. Actualmente está terminando su Tesis Doctoral, titulada Pintura o muerte. Jacques-Louis David: el Terror y el nacimiento de la pintura moderna.

Entre sus publicaciones destaca la edición, prólogo y notas del libro de Ángel González, El resto. Una historia invisible del arte contemporáneo (Madrid-Bilbao, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía-Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2000), galardonado con el Premio Nacional de Ensayo 2001.

Conferencia: "El arte de morir la muerte del arte: Jacques-Louis David y La mort de Marat"

Cuando David pinta La muerte de Marat en 1793 nos propone dos cosas a la vez: un arte político de morir al que debe ajustarse todo ciudadano y una determinada forma de entender la muerte del arte. Ambas cosas se entremezclan tumultuosamente a lo largo del verano de 1793, entre el 14 de julio, fecha en la que David acepta el encargo de pintar el cuadro —al día siguiente de la muerte de Marat y coincidiendo con la celebración de la toma de la Bastilla—, y el 14 de octubre, fecha en la que anuncia a la Convención Nacional que su cuadro está terminado. En ese breve tiempo han pasado muchas cosas y en todas ellas podemos ver la oscura sombra del pintor planeando detrás, bien sea como su organizador directo o como uno de sus actores privilegiados: el guillotinamiento de Charlotte Corday y de María Antonieta, los funerales de Marat, la gran fiesta de celebración de la primera Constitución republicana el 10 de agosto, la apertura del Louvre como museo, el decreto de derogación de las academias, la apertura del Salón de pintura a todos los ciudadanos, la instauración del Terror… Esta conferencia leerá el gran cuadro de David a la luz de todos estos sucesos, pero no sólo para plantear las oscuras y tensas relaciones que se abren en la modernidad entre la política y el arte, sino para ver también cómo es precisamente en ese caldo de cultivo donde tiene la posibilidad de surgir una pintura que rompe radicalmente con las directrices y convenciones que había tomado el arte desde el Renacimiento.